DiarioSalud.net | portal diario y agencia de noticias sobre medicina, salud, farmacia y medicamentos en español | PharmaNews
Argentina noticias locales de medicina y salud Colombia noticias locales de medicina y salud Chile noticias locales de medicina y salud España noticias locales de medicina y salud Mexico noticias locales de medicina y salud Paraguay noticias locales de medicina y salud Peru noticias locales de medicina y salud Uruguay noticias locales de medicina y salud DiarioSalud RSS Feeder - actualizacion online de noticias


FERNANDO HERRERA RAMOS Homenaje en la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires, noviembre 2010 PDF Imprimir E-Mail
Dr ANTONIO L. TURNES   
martes, 15 de mayo de 2012
Debo agradecer a la Academia Nacional de Medicina de Uruguay, el honor inmerecido de presentar este homenaje a una de las figuras más importantes de la Medicina del Río de la Plata, de todos los tiempos. Y muy especialmente, a un referente inolvidable de la Medicina Uruguaya. Fernando Herrera Ramos fue uno de los fundadores de la Academia Nacional de Medicina de Uruguay y desempeñó con brillo su Presidencia. Había tenido una larga y fecunda labor como Profesor de Clínica Médica, fundador de la Reumatología en Uruguay y uno de sus principales impulsores en América Latina. Fue fundador de la Sociedad Uruguaya de Historia de la Medicina y él mismo un historiador de la Medicina, que dejó numerosos trabajos y testimonios.
Escribió entre muchos otros trabajos, una Historia de la Facultad de Medicina de Montevideo, que habiendo ganado un concurso, hasta hoy permanece inédito. Auténtico y grande Maestro, de referencia para muchas generaciones de otros distinguidos profesores que le convocaban ante casos difíciles. Formó a muchos que luego seguirían sus pasos en diferentes disciplinas. Fue un navegante solitario en tiempos de descubrimientos vertiginosos, y orientó a colaboradores y discípulos hacia los nuevos horizontes que la Ciencia y la tecnología les abrían, sin perder jamás de vista la dimensión ética y humana de su profesión. Un trabajador infatigable, a quien la muerte sorprendió trabajando en su consultorio.

 

Fue un gran señor de la Medicina, que supo amalgamar una enorme sabiduría con una profunda modestia; una amplia generosidad, con un inconmensurable amor a sus enfermos. Tuvo un permanente compromiso con la Ética, y fue por ello convocado durante muchas décadas, para brindar a los médicos recién graduados un mensaje de bienvenida, donde les relataba qué les aguardaba en el ejercicio de la noble profesión que recién iniciaban, advirtiéndoles acerca de los peligros y tentaciones del camino.

Pero también tuvo el privilegio de ser un descendiente directo de los primeros pobladores de Montevideo, aquellos que vinieron de las Islas Canarias en 1730, y que tantos personajes dieron a nuestra Historia Nacional, desde la integración del primer Cabildo. Era un auténtico patricio.

II

Nació en Montevideo el 18 de mayo de 1902 y fue bautizado en la Catedral Metropolitana con el nombre de Fernando Félix Venancio. Sus padres eran Fernando Herrera Moratorio y Celia Ramos Suárez. Ambos procedían de familias radicadas en el Uruguay desde la época de la Colonia. La familia paterna pertenecía al partido político llamado Colorado y de profunda fe católica: Dos de sus tías fundaron el Convento del Perpetuo Socorro. Eran sus tíos abuelos Julio Herrera y Obes, 16º Presidente de la República en 1890 y Manuel Herrera y Obes, fundador de la Universidad en 1849. Por el contrario, su familia materna, militaba en el opositor partido Nacional o Blanco, y eran ateos. Su abuelo Dionisio Ramos era Gran Maestro de los Masones. A su vez, su madre era tataranieta de Joaquín Suárez, Presidente del Uruguay entre 1843 y 1851.

Fue el mayor de cuatro hermanos, y en la infancia una fiebre tifoidea lo puso al borde de la muerte. Se cuenta en la familia que el médico que lo atendía le presentó a su madre dos alternativas. Que su hijo fuera “Un burro sano, o un sabio enfermo”. La madre eligió la primera, y se mudó a un viñedo en las afueras de Montevideo, para que su hijo se recuperara. Nunca fue a la escuela. Corría y jugaba por el campo, y al llegar a la edad de la enseñanza secundaria, la familia volvió a la ciudad. Cursó entonces partiendo con gran desventaja en los estudios, pero rápidamente se destacó entre sus compañeros. Ingresado a la Universidad en 1921, tomó la decisión de ser cirujano. Para lograr una buena formación quirúrgica desempeñó durante 7 años el cargo de Ayudante de Anatomía, desde 1925 hasta 1932. Fue Practicante Interno de los hospitales públicos, obteniendo el primer lugar en el concurso de oposición. Integró el Consejo de la Facultad en representación de los Estudiantes y también el Consejo Central Universitario, entre 1934 y 1935; en tiempos de la representación indirecta, ejercida a través de graduados. Antes de terminar su carrera, cuando contaba 28 años, falleció su padre. Esto cambió completamente su futuro, debiendo hacerse cargo de su madre y hermanos. En sus primeras vacaciones desde que había comenzado sus estudios, en un viaje al Sur argentino,  conoció a la que sería su esposa, Celia Guffanti, con quien contrajo matrimonio en 1936. [1]

Falleció el 18 de marzo de 1991, dos meses antes de su cumpleaños número 89.[2]

III

Fernando Herrera Ramos fue, en su temprana infancia, testigo de los tranvías a caballo y de los primeros tranvías eléctricos y siguió toda la evolución del transporte: por tierra, mar y aire. Por su salud y obligado reposo, se hizo un grande, ávido e interesado lector. Tuvo ocasión de conocer a José Enrique Rodó, que era amigo de su padre, y por esa afición, tomó “Ariel”, el mensaje a la Juventud, como uno de sus referentes tempranos. También tuvo contacto con Carlos Vaz Ferreira, el más destacado filósofo uruguayo, de profunda influencia en el pensamiento de la primera mitad del siglo pasado, cuya Lógica viva y Moral para intelectuales formaron parte de las herramientas con que nuestros jóvenes estudiantes más brillantes, forjaban su futuro. Ingresado a la Facultad, se integró rápidamente a la Asociación de los Estudiantes de Medicina. Fue director de la revista El Estudiante Libre, de dicha Asociación, cuya Directiva también integró, así como la propia de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay [3].

IV

Nuestro Maestro el Ac. Fernando Mañé Garzón, expresó en un homenaje que se le tributara, hace ya casi veinte años [4]:

 

“Orientado inicialmente hacia la Cirugía, fue Disector entre 1925 y 1932, volcó casi bruscamente su afán hacia la medicina interna por motivos más que científicos circunstanciales. Huérfano de padre, debe enfrentar el sostén de su familia haciéndosele difícil transitar el largo camino que requería en ese entonces una carrera quirúrgica exitosa. Así, en lugar de elegir en sus últimas rotaciones de Interno, como le correspondían, los mejores servicios de Cirugía, elige aquellos de Medicina. Luego de pasar por los de Pediatría, en el ya desaparecido Hospital Pedro Visca y particularmente en el Servicio de Enferme­dades Infectocontagiosas, que llevaba adelante y con rotundo éxito en esos años la gran campaña contra la difteria.”

Se vincula a la cátedra de Clínica Médica a cargo de Pablo Scremini de quien se hace quizá el discípulo más conspicuo, accediendo a Jefe de Clínica (1932-1935), a Profesor Agregado (1936-1947), para ocupar sucesivamente las cátedras de Patología General y la de Patología Médica (1947-1954). Al cargo de Profesor Director de Clínica Médica, entre 1954 hasta su retiro por límite de edad en 1967, labor que se prolonga como Director de la Escuela de Graduados hasta 1974 en que cumplido su mandato, cierra su carrera universitaria curricu­lar, después de casi 50 años de actividad docente.

V

Su producción científica la inició en 1928 con una publicación sobre “Síndrome secundario en la Difteria maligna”. Le siguieron muchos, referidos a Anatomía, Terapéutica (especialmente relativos a salicilatos, magnesio, barbitúricos, tiocianatos), enfermedades virales como Herpes Zoster y Varicela, enfermedades del hígado, Cardiología e hipertensión arterial, Neurología, Nutrición y Gastroenterología. A partir de 1936 inicia una serie de trabajos fundamentales en el área de la Reumatología como Toxicosis salicílica, Fiebre reumática, Artritis occípito-atloidea; Clasificación Anátomo-Clínica de las Enfermedades Reumáticas; Periartritis escápulo-humerales; Crisoterapia; Poliartritis Crónica Progresiva; Primeros casos de PAC tratados en Uruguay con Cortisona, superando ampliamente el centenar.

VI

Atendía con la misma diligencia, dándole todo su tiempo, a un paciente que le enviaba en consulta un médico distinguido, de alto nivel académico, incluso algún Profesor que había sido su discípulo, como al que le refería un médico modesto desde el último rincón del Interior. Fui testigo de algún caso. No sólo le hacía un exhaustivo interrogatorio, examen y valoración al paciente enviado, sino que de su puño y letra, con aquella letra enorme que comprendía numerosas cuartillas, le escribía una amable carta a quien le había enviado el paciente en consulta, haciendo una prolija descripción de lo encontrado, de su diagnóstico, pronóstico y tratamiento sugerido, siempre empleando la mayor delicadeza para enseñar sin imponer, para sugerir sin perturbar. Y sobre todo, sin quedarse con el paciente, como a veces sucedía con otros distinguidos profesionales. La ética era una constante en su vida. No sólo en su prédica; también lo era en su práctica. Custodió celosamente la identidad de los pacientes que asistía, así estuvieran ya fallecidos, como  ocurrió con grandes figuras de la política y el mundo de los negocios, a escala planetaria, cuyo secreto custodió vigorosamente, contra todos los embates de los curiosos e indiscretos.

VII

Él, que fue un Filósofo de la Medicina, definió al Arte de Curar en estos términos [5]:

“Muy a menudo se afirma que Medicina y médico es lo mismo. En realidad no es así. La Medicina son todos los médicos que han actuado a través del tiempo construyéndola y proveyéndola de sus características. Cada médico es el efector de la Medicina, pero no es ella, aún cuando está amparado por la fuerza que da su tradición, su hacer, y las características que impregnan a todos los que la ejercen.

La Medicina se ocupa y se preocupa del Hombre más que de cada unidad humana; la Medicina multimilenaria no tiene, para sus realizaciones, urgencias, ansiedades, ni angustias; conoce sus objetivos y sabe que llegará; el tiempo no le cuenta. (…)

Se puede decir, entonces, que la Medicina es el conjunto de gestos, actos, ideas, que buscan interponerse entre el hombre, el sufrimiento y la enfermedad. El objetivo médico actual es muy amplio: interponerse entre los hombres, el sufrimiento y la enfermedad; bregar por la conservación de la vida de cada uno y de la especie, evitar la invalidez, alejar la muerte, obtener la salud integral”.

 

VIII

Se ubicó siempre y ante todo, como un Médico General Integral. Fue un gran Internista, pero al mismo tiempo fue fundador de la Reumatología y conspicuo contribuyente a la iniciación de las Sociedades de Cardiología y Reumatología del Uruguay. Pero no obstante, dijo:[6]

“Nunca he querido ser un especialista sólo en Medicina Interna, pero es indiscutible que entre otras cosas he hecho una línea de trabajos al respecto del reuma. Antes de 1936, antes de 1950, en el Uruguay la poliartritis, que en aquella época llamábamos poliartritis crónica anquilosante, (…) llevaba a la anquílosis a un porcentaje altísimo de enfermos. Actualmente Ud. ve que atiende años y años a una poliartritis reumatoidea, porque todavía no se ha encontrado la forma de curarla por completo, pero el paciente continúa en actividad, no tiene anquílosis, y pasa sin sintomatología si hace el tratamiento correcto”.

IX

Herrera Ramos,[7] asistió a la primera aplicación clínica de la Cortisona en el mundo, en la Clínica Mayo en 1949,  y fue quien la introdujo en Uruguay, como lo relató en estos términos:

“Un hecho casi anecdótico, el 7 de mayo de 1950 realicé la primera inyección de cortisona en el Uruguay, y por razones especiales fue así el tercer o cuarto país del mundo en utilizarla en la práctica médica no experimental, por más que en la realidad es siempre una experiencia”. [8]

Hacía un distingo de la calidad del fármaco por los resultados clínicos y fue, en esa dirección, un precursor en el control de la bioequivalencia de las drogas.

X


Poseyó un alto sentido de la dinámica en la Medicina, conservando sus valores permanentes, porque como él dijo [9]: “…Para conseguir lo que deseamos, la Medicina posee una altísima creatividad y una alta dinámica, con orientación y sentido de progreso, y junto a ellas una multimilenaria mística que la impulsa en el sentido del bien, y no ha hecho más que crecer con el correr del tiempo”.

Y preguntado cómo se inserta el médico en todo esto, respondía Herrera Ramos con este concepto:

“…El médico debe estar en un constante modificarse y que aquel médico, o aquella Medicina, o aquella idea de conducta en la Medicina, que se queda detenida en el tiempo, sin evolucionar, deja de ser Medicina”.

No eludía sin embargo la responsabilidad creciente del médico, sino que sentenciaba:

“Es cierto que la potencia en manos de cada médico se ha multiplicado, pero también es verdad que ese mayor poder multiplica la responsabilidad de cada uno y de todos, tanto en el aplicar como en el responder a las exigencias cada vez mayores de los enfermos y de la sociedad. * La responsabilidad es uno de los mayores problemas, pero para exigirla debe dársele al médico el respaldo en elementos de trabajo para ejercer su función con efectividad. * De ahí que la responsabilidad médica sea una palabra bipolar; por un lado, responsabilidad del médico efector y por otro, de la sociedad para armarlo. Este concepto de responsabilidad bipolar es fundamental, porque es deber de necesidad…”

XI

Preguntado casi 30 años, si existía una crisis de confianza hacia los médicos, manifestaba Herrera Ramos:

“No; no existe crisis de confianza en los médicos mientras que la Medicina se cumpla dentro de las reglas básicas de ética en el saber y la aplicación, pero el hacerlo fuera de ellas es no cumplir con la Medicina. El problema existe, pero en otro ángulo.

La medicina se ha colectivizado a través de las mutualistas, los seguros sociales, y aún la asistencia a través de las organizaciones del Estado. La consecuencia es que ha aparecido en el asistir médico, en función de curación y de profilaxis, un tercer responsable que debe hacer frente a las exigencias de un buen asistir y que habitualmente está interferido por profundas problemáticas económicas directas o administrativas que hacen que el paciente piense que lo recibido es ineficiente. Siempre se generaliza, y la realidad es menor que la exactitud de las críticas, pero los déficit existen y la disminución de la confianza es también para la organización, no para el médico que sigue siendo el apoyo máximo de la salud (…)” [10]

XII

Desde una perspectiva histórica, moderada por la sabiduría, daba la proyección de la Medicina y de las sucesivas generaciones, en estos términos magistrales:

“Lo que realizamos es siempre el resultado de una conjunción de esfuerzos de cuantos nos rodean y de nosotros mismos. Si ahora vemos más profundamente, si los horizontes que oteamos son más extensos, si la influencia sobre cuánto está acompañándonos es mayor, se debe a que nos levantamos sobre los hombros de los gigantes que nos precedieron, como decía un escritor anónimo de la escuela de Chartres en el siglo XIII al comentar la obra de John de Salisburg, médico y filósofo del siglo XII. Cada uno que llega al vértice ha sido, y va siendo, modelado por cuantos lo rodean: familia, compañeros, alumnos, discípulos, rivales de concursos; se es en realidad, exponente de un grupo, de una generación, y para los excepcionales, de un momento de la Historia”.

XIII

Sobre la colaboración con otros pioneros de la Argentina y los Estados Unidos en la fundación de la moderna Reumatología, que tantos avances logró en la segunda mitad del siglo XX, nos decía [11]:

“(…) La actividad reumatológica surgió como consecuencia directa de los enfermos que planteaban problemas y no los conocíamos, llevándonos a estudiar y tratar. En 1936, en la Clínica Médica del Maestro Scremini, iniciamos la primera policlínica reumatológica. Rápidamente se nos unieron médicos jóvenes. En 1939 fundamos la Sociedad Uruguaya de Reumatología, con el grupo de la policlínica y médicos que comenzaban a interesarse. En ese momento nació la Reumatología uruguaya que tan brillante trayectoria ha tenido, alcanzando cargos de alta jerarquía internacional. En 1938, había nacido la Sociedad Argentina bajo los impulsos de Aníbal Ruiz Moreno, con el cual extendimos la inquietud de las enfermedades reumáticas en Sud América y fundamos la Liga Panamericana contra el Reumatismo, en conjunto con Ralph Pemberton, de Estados Unidos. Hemos colaborado en el nacimiento de otras entidades de la misma orientación, y en lo que me es personal, estoy muy vinculado al nacer de la Reumatología en Brasil, que ha alcanzado alto valor mundial. Desde la Presidencia de la Liga Panamericana y del Segundo Congreso de Reumatología en 1954, también he sido consejero, primero, y después presidente de la Liga Internacional contra el Reumatismo y del décimo tercer Congreso Internacional, efectuado en Japón en 1973 con la asistencia de unos cuatro mil médicos del mundo entero”.

Su amplísima vinculación internacional le llevó a dictar más de 100 conferencias en Argentina, Brasil, Bélgica, Chile, España, Francia, Grecia, Japón y México, en 60 años de intensa actividad científica.[12] 

Al cumplir 80 años, dictó una impactante conferencia en la ciudad de Salto, titulada El médico y el período terminal de la vida del Hombre, una magnífica pieza de reflexión y enseñanza sobre el tránsito final por la vida, que generalmente permanece fuera de los límites de la docencia médica.  Allí finalizaba con este párrafo: “La Filosofía del vivir la va estructurando cada uno y cada orientación de los hombres en el cursar de su desarrollo, esté o no escrita, la Medicina posee la suya, básicamente interponerse entre los hombres, el sufrimiento y la enfermedad, pero tiene un capítulo propio dentro de lo Humano, acompañar el morir.” [13]

XIV

Dio una relevante importancia al entorno íntimo del médico, a su familia, apoyo fundamental para su trabajo, en estos términos:

“El médico integral vive para su familia y la Medicina, carece del derecho de distraerse en otras actividades, aún cuando nunca olvidará que la cultura general es la base del triunfo en la especialización. Midiendo la real situación, se comprende entonces que es imposible llegar a los resultados que la vida va exigiendo sin un núcleo familiar que esté a nuestro lado, sienta la Medicina como función propia, comprenda que la integra y debe ayudar a cumplirla, en el trabajo permanente, en alerta constante de ocho de la mañana de un día a ocho de la mañana del siguiente. La esposa es el centro fundamental, es con ella que iremos adelante y que será posible llegar a los vértices con máxima eficacia. Todo lo realizado en asistencia, docencia, investigación, organización científica, no existiría sin la comprensión de mi esposa y de mis dos hijas.  Mis dos hijas… Las dos me dieron enormes satisfacciones: una médica, siguiendo la línea asistencial y atraída por el embrujo de la docencia, que tanto nos arrastró en la vida; la otra, con su excepcional capacidad que tanto nos dio, mientras estuvo en condiciones. Sin ellas tres, no hubiera alcanzado límites jamás soñados; cuánto y cuánto sacrificios en aras del luchar por los otros, cuánto han dejado de lado para que la función, cada vez más absorbente, fuera cumplida; cuánto acompañar día y noche para hacer más suave la labor, más tolerable la fatiga, cuánto aconsejar con amplia y superior pasión.

 La familia tiene una influencia mucho mayor de lo que habitualmente creemos; pensamos debernos a nuestro esfuerzo y olvidamos cuánto hace el ejemplo, el contacto diario, el apoyo, la crítica, el empuje de aquellos unidos a nuestro camino. Mis padres me dieron la vida y la capacidad genética, el ejemplo de su dedicación a trabajar constantemente para nuestra preparación, el ejemplo de su fuerza para enfrentar problemas, el ejemplo de su permanente inquietud para estar de acuerdo con el momento de la época”. [14]

 

XV

 No cesó nunca su actividad, ya sea en la Sociedad Uruguaya de Reumatología, en el Instituto Nacional de Reumatología del Uruguay, en tareas de la Facultad , junto a sus discípulos, y sobre todo junto a sus pacientes, hasta el mismo día de su muerte mientras trabajaba en su Consultorio, a pocos días de cumplir 89 años, y a pocos meses de los 60 años de actividad permanente.

El Profesor Fernando Herrera Ramos en su conferencia del Acto Inaugural del IV Congreso de Reumatología del Cono Sur en 1988 [15], hizo en vida un breve pero significativo balance de su trayectoria:..”He cumplido mi función de médico, interponiéndome entre los hombres, el sufrimiento, y la enfermedad. He cumplido una labor, he actuado como hombre, como hombre médico, estoy satisfecho de haberlo hecho, pues lo he realizado con honor”.

…”que cada uno de Ustedes en la vida lo vea así, y ayude al hombre a alcanzar las metas, y a Ustedes a alcanzar sus sueños”.

XVI

En el plano de la Ética y la Deontología de los médicos, desempeñó un papel único en la historia de nuestra Medicina, por la tarea en la que comprometió su esfuerzo de predicar la conducta profesional más elevada a las generaciones jóvenes, integrando su enseñanza a la Clínica. Pero no fue menos significativo su magisterio en un sentido más colectivo, extendido a todos cuantos participan de la organización asistencial moderna. Cuando presidió en 1964 y 1965 el Cuerpo Médico del Hospital Universitario, sentó las bases doctrinarias que merecerían ser permanentemente recordadas, con estas palabras:

“El cumplimiento de la Función Médica incluye a los médicos y a todos aquellos de cuya actuación depende que el acto médico se realice en las mejores condiciones.

Esta unión alrededor de la salud del Hombre hace que todos los trabajadores en Función Médica estén regidos por los mismos y milenarios principios de ética que van desde el secreto médico hasta el sacrificio personal para el mantenimiento de la máxima efectividad posible en cada momento y en cualquier situación.

La responsabilidad social de todos y cada uno de sus componentes es la misma pues son hombres dedicados al cuidado del Hombre y sobre ellos reposa la vigilancia de la Vida.

La consecuencia de las obligaciones que se adquieren por ingresar al grupo de trabajadores de la Salud, es que la detención, supresión o disminución voluntaria de la capacidad de servicio debe ser un hecho de extraordinaria excepcionalidad.

Pero también debe obtenerse que la sociedad, a través de sus organismos de gobierno, reconozca la posición del conjunto de personas dedicadas a asistencia y profilaxis colectiva o unitaria y ponga especial consideración para su situación económica y social”. [16]

Sin lugar a dudas, Fernando Herrera Ramos fue un Maestro de la Clínica y de la Ética. Ejerció la Medicina con altura inigualable, rescatando la dignidad del médico y la necesidad del estudio y actualización permanente, para ejercer la profesión con responsabilidad social. Fue un universitario integral, tal vez en una dimensión que hoy se ha perdido u olvidado en gran parte. Su Maestría estuvo presidida por un hondo humanismo. Como dijeron los autores árabes de un médico sefaradí del siglo XII: “ La Medicina de Galeno es sólo para el cuerpo. Pero la de Maimónides es para el cuerpo y el alma”.[17]  La que Herrera Ramos practicó y enseñó también lo fue. Por eso será la suya una de las figuras señeras en la Medicina del Siglo XX en el Río de la Plata, y de hondo significado para todos nosotros.


Muchas gracias.

Antonio L. Turnes

Buenos Aires, 11 de noviembre de 2010


[1] HERRERA GUFFANTI, Celia Emma: comunicación personal el 29.10.2010.

[2] SCARLATO, Silvia: Fuera de Consulta – Reportajes, memorias y proyecciones de nuestra Medicina. Edición Sindicato Médico del Uruguay – Ediciones de la Banda Oriental, Montevideo, 1996, Tomo II, pp. 75-90.

[3] HERRERA GUFFANTI, Celia Emma: comunicación personal el 29.10.2010.

[4] MAÑÉ GARZÓN, Fernando: Homenaje al Ac. Fernando Herrera Ramos. Ministerio de Relaciones Exteriores, el 20 de setiembre de 1991. Publicado en: MAÑÉ GARZÓN, Fernando y TURNES, Antonio L.: Médicos Uruguayos Ejemplares, Tomo III, Montevideo, 2006, pp.: 383-385.

[5] Reportaje de Martha Viale en el diario El País, de Montevideo, Uruguay,  domingo 6 de diciembre de 1981, páginas 1 a 3 del Suplemento dominical.

[6] VIALE, Martha: reportaje citado.

[7] MUÑOZ MICHELINI, León J.: Profesor Dr. Fernando Herrera Ramos – Fundador de la Reumatología Uruguaya. Homenaje realizado por la Sociedad Uruguaya de Reumatología, febrero de 2008.

[8] VIALE, Martha: reportaje mencionado.

[9] VIALE, Martha: reportaje citado.

[10] VIALE, Martha: reportaje citado.

[11] VIALE, Martha: reportaje citado.

[12] BERRO, Elina: La Lección del Maestro. Semanario Marcha, abril de 1967, página 9.

[13] HERRERA RAMOS, Fernando: EL MÉDICO Y EL PERÍODO TERMINAL DE LA VIDA DEL HOMBRE. Folleto de 12 páginas. Mayo 18 de 1982. (Cortesía de la Dra. Celia Emma Herrera Guffanti).

 

[14] VIALE, Martha: Reportaje citado.

[15] MUÑOZ MICHELINI, León J.: op. cit.

[16] HERRERA RAMOS, Fernando: Conceptos y Definiciones sobre Función Médica. Documento elaborado el 21 de diciembre de 1964. [Del Fondo documental del Dr. Aron Nowinski].

[17] TURNES, Antonio L.: Maimónides, el sabio sefaradí. El médico judío-español de la Edad de Oro. Ediciones Granada, 3ª. Edición, Montevideo, 2007, p. 75.

Comentarios

Comentar
  • Por favor escriba mensajes relevantes al asunto del articulo.
  • Comentarios ofensivos no serán publicados.
  • No utilice el espacio de comentarios para la promoción de su sitio.
  • Si se equivoco al ingresar el codigo de seguridad refresque su navegador para recibir un nuevo código de seguridad antes de presionar el botón Enviar.
Nombre:
E-mail
Homepage
Titulo:
BBCode:Web AddressEmail AddressLoad Image from WebBold TextItalic TextUnderlined TextQuoteCodeOpen ListList ItemClose List
Comentario:



Codigo:* Code

Powered by AkoComment!



Contenido del sitio

En DiarioSalud.net se recopila en  forma diaria información de reconocidos medios especializados en salud del mundo y aportes de profesionales de la salud y se vuelca al portal.
DiarioSalud.net esta dirigido a médicos, profesionales de la salud y periodistas especializados con el objetivo de facilitar a dichos profesionales y técnicos una visión rápida de los principales acontecimientos del área.
El contenido, opiniones, expresiones e información de este sitio en ningún caso deberán ser considerados como diagnóstico, tratamiento, recomendación o consejo médico. Si sospecha que puede tener algún problema de salud, debe de consultar con un médico.


DiarioSalud.Net | Portal y Agencia de Noticias de Medicina y Salud

Se autoriza la reproducción total o parcial de artículos
en medios periodísticos citando como fuente www.DiarioSalud.net

Desarrollado por Radd Team Uruguay
http://www.raddteam.com

Facturación electrónica en Uruguay