Nicotina y cocaína dejan una marca similar en el cerebro tras la primera exposición, según un estudio del Centro Médico de la Universidad de Chicago en Estados Unidos que se publica en la revista 'The Journal of Neuroscience'. Los autores han descubierto que los efectos de la nicotina en regiones cerebrales implicadas en la adicción son similares a los de la cocaína.
El trabajo mostró que una única exposición de 15 minutos a la
nicotina causó un aumento a largo plazo en la excitabilidad de las
neuronas implicadas en la recompensa. Los resultados sugieren que la
nicotina y la cocaína provocan mecanismos similares de memoria en su
primer contacto y crean cambios duraderos en el cerebro de la persona.
Investigaciones previas mostraron que la nicotina promovía la
plasticidad sináptica, el fortalecimiento y debilitamiento a largo plazo
de conexiones entre las neuronas del cerebro, en una región cerebral
llamada área segmental ventral (ATV). Las neuronas que se originan en
esta área liberan el neurotransmisor dopamina, conocido por jugar un
papel central en los efectos de los fármacos adictivos y las recompensas
naturales como la comida y el sexo.
Según explica Daniel McGehee, uno de los responsables del trabajo,
"sabíamos que una única exposición a concentraciones fisiológicamente
relevantes de nicotina conducen a cambios en el motor sináptico del
circuito que duran varios días. Esa idea es muy importante en cómo se
forma la adicciónn en humanos y animales".
En los experimentos actuales, los investigadores controlaron la
actividad eléctrica en las neuronas del área AVT mediante disecciones
del cerebro de ratas adultas. Cada sección se introducía durante 15
minutos en una solución con una concentración de nicotina similar a la
cantidad que podría alcanzar el cerebro tras fumar un único cigarrillo.
Entre 3 y 5 horas después, los científicos realizaron experimentos
electrofisiológicos para detectar la presencia de plasticidad sináptica y
determinar qué neurotransmisores estaban implicados en su desarrollo.
Los resultados mostraron que la plasticidad sináptica inducida por
la nicotina en el ATV depende de las dianas habituales de la droga, un
receptor para el neurotransmisor acetilcolina localizado en las neuronas
de la dopamina. Sin embargo, los autores se sorprendieron al descubrir
que en el proceso también era necesaria la participación del receptor de
la dopamina D5, un componente implicado antes en la adicción a la
nicotina. Al bloquear cualquiera de estos receptores durante la
exposición a la nicotina se eliminó la capacidad de la droga para
producir cambios persistentes en la excitabilidad.
"Descubrimos que la nicotina y la cocaína emplean mecanismos
similares para inducir plasticidad sináptica en las neuronas de dopamina
en ATV", señala Danyan Mao, responsable del estudio.
Según los autores, aunque los efectos subjetivos de la nicotina y
la cocaína son muy diferentes en humanos, los efectos superpuestos de
las dos drogas en el sistema de recompensa del cerebro podrían explicar
por qué ambas son sustancias tan adictivas.
La superposición entre nicotina y cocaína que afecta al receptor
D5 podría también suponer una nueva estrategia para evitar o tratar la
adicción. Sin embargo, los bloqueadores conocidos en la actualidad del
receptor también bloquean otro receptor de dopamina, el D1, que es
importante para la motivación y el movimiento normales.
"Este receptor de dopamina es atractivo como una posible diana. El
desafío es ajustar el efecto adictivo de fármacos como la nicotina u
otros psicoestimulantes sin que se desvanezca por completo el deseo de
la persona por seguir una conducta saludable", concluye McGehee.
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