Dos estudios del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos muestran que la dieta mediterránea y la práctica de actividad física se asocian por separado con un menor riesgo de mortalidad en un período de 5 años.>
El
consumo de una dieta de tipo mediterráneo y la práctica de actividad
física se asocian, por separado, aun menor riesgo de mortalidad en un
período de 5 años, según dos estudios del Instituto Nacional del Cáncer
de Estados Unidos que se publican en “Archives of Internal Medicine".
Los científicos utilizaron en el trabajo sobre la
alimentación una escala de 9 puntos para evaluar en qué medida seguían
una dieta mediterránea 380.296 participantes sin antecedentes de
enfermedad crónica. Los componentes de la dieta incluían verduras,
legumbres, frutas, nueces, cereales integrales, pescado, grasas
monoinsaturadas, alcohol y carne.
Durante 5 años de seguimiento, 12.105
participantes murieron, entre ellos 5.985 por cáncer y 3.451 por
enfermedad cardiovascular. Aquellos que tenían las puntuaciones más
altas en el seguimiento de la dieta mediterránea fueron menos propensos
a morir por cualquier causa.
Ejercicio
En el estudio sobre actividad física y
mortalidad, los investigadores analizaron los resultados de dos
cuestionarios realizados a 252.925 personas, de las que 7.900 murieron
durante el seguimiento.
En comparación con los individuos sedentarios,
los que realizaban la cantidad de actividad recomendada por las guías
médicas, de al menos 30 minutos casi a diario, tuvieron 27% menos
probabilidades de morir y los que practicaban un ejercicio vigoroso
durante 3 días a la semana durante 20 minutos redujeron el riesgo en un
32%.
Además, los investigadores señalan que menores
cantidades de actividad física también parecen estar asociadas a una
reducción del riesgo de muerte del 19%.