Durante el embarazo existe una remisión de la enfermedad, es decir, disminuyen de forma importante las crisis, debido a los cambios hormonales.
En México hay las mejores alternativas para el control de la epilepsia
gracias al desarrollo de nuevos fármacos, lo que les permite llevar una
vida prácticamente normal e incluso a las mujeres embarazarse y tener
hijos sin complicaciones.
La especialista Iris Martínez Juárez, de la Clínica de Epilepsia del
Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía "Manuel Velasco
Suárez", indicó que 90% de las mujeres con epilepsia pueden tener
embarazos normales y bebés sanos.
Aclaró que eso puede ocurrir siempre y cuando tengan un adecuado
control del neurólogo y del perinatólogo, porque el principal riesgo es
que el producto nazca con alguna malformación congénita, como
alteraciones cardiacas, espina bífida, problemas renales y labio
paladar hendido.
En un comunicado explicó que eso llega a ocurrir a consecuencia de los
tratamientos farmacológicos que debe seguir la paciente, los cuales no
pueden suspenderse y el riesgo de malformación congénita se triplica en
las mujeres que toman atiepilépticos.
Sin embargo, sostuvo, existen diversas medidas para disminuir este
riesgo, por lo que se recomienda que antes de embarazarse se acuda al
neurólogo a fin de que junto con la pareja planifique la gestación y se
logren buenos resultados.
Detalló que la futura madre debe tomar ácido fólico tres meses antes y
durante la gestación, disminuir el número de fármacos y dosis de
antiepilépticos, así como hacerse estudios de gabinete como
encefalogramas, que no representan riesgo durante esta etapa.
Además, dijo, se debe contar también con un control adecuado del
perinatólogo, quien será el encargado de ofrecer la atención
obstétrica, por lo cual el INNN trabaja en forma coordinada con el
Instituto Nacional de Perinatología para atender ese tipo de casos.
Una paciente epiléptica no puede dejar de tomar sus medicamentos por
ninguna circunstancia, ya que se agudizarían las crisis, lo que
conllevaría a una deficiencia de oxigenación del producto y afectarlo
de forma severa, subrayó.
Los niños de madres con epilepsia que nacen sin ninguna complicación
congénita, aseguró, tienen un desarrollo normal, sólo en un bajo
porcentaje puede heredar la enfermedad.
"La ventaja de ello es que podemos tener un diagnóstico más preciso y
tratarlos de forma eficaz desde que se presentan los primeros
síntomas".
Martínez Juárez indicó que la Organización Mundial y Panamericana de la
Salud promueven que la mujer que toma fármacos antiepilépticos den seno
materno al bebé, debido a que durante la lactancia se transmiten
anticuerpos que lo protegen de infecciones.
La madre debe tener especial cuidado, insistió, una vez que nace el
bebé, porque es necesario contar con ayuda de otra persona para
cuidarlo, pues por lo general tienen que desvelarse y eso representa un
factor que puede desencadenar una crisis.
Asimismo, por seguridad será necesario amamantarlo en el piso, es
decir, acostarse en una alfombra para evitar riesgos en caso de sufrir
una crisis, además de bañarlo siempre con ayuda de otra persona.
Estudios realizados en este sector poblacional revelan que durante el
embarazo existe una remisión de la enfermedad, es decir, disminuyen de
forma importante las crisis, debido a los cambios hormonales, pero eso
no significa la curación del padecimiento.
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