Los programas con sexo en televisión pueden estar jugando un papel determinante en que persistan altos niveles de embarazos no deseados en adolescentes, pese a que los jóvenes disponen de más información sexual que nunca. Asi lo considera un estudio realizado en Estados Unidos, que alerta a los programadores de telvisión para que en los guiones de los programas con contenido sexual se transmitan también los riesgos de practicar sexo, relacionados tanto con el embarazo como con las enfermedades de transmisión sexual.
Los adolescentes que ven habitualmente en televisión programas con escenas de sexo son dos veces más propensos a tener o inducir, según el sexo, un embarazo precoz que el conjunto de las chicas y chicos a esas edades.
Un estudio realizado por la Corporación Rand que publica en su edición de noviembre la prestigiosa revista Pediatrics establece por primera vez un vínculo científico entre la exposición de los adolescentes a contenidos de sexo en televisión y embarazos en chicas o responsabilidad de esos embarazos en chicos.
"Los adolescentes reciben una cantidad considerable de información sobre sexo a través de la televisión, pero esos programas no subrayan factores como los riesgos y la responsabilidad hacia el sexo", declaró Anita Chandra, principal autora del estudio y piscólaga de la conducta en la Corporación RAND, una organización científica sin ánimo de lucro. "Nuestros hallazgos sugieren que la televisión puede estar jugando un papel significativo en los altos índices de embarazos en adolescentes en los Estados Unidos".
Esta investigadora dice que la exposición al sexo en televisión puede influir en los embarazos adolescentes debido a que se crea la percepción de que hay un pequeño riesgo en la práctica sexual sin usar anticonceptivos, lo que acelera la iniciación al sexo, según el estudio.
"La cantidad de sexo en la programación televisiva se ha duplicado en los últimos años, pero sólo existe una pequeña representación de que las prácticas sexuales se desarrollen de forma segura", explicó Chandra. "Aunque se han conseguido progresos, los adolescentes que ven televisión todavía encuentran poca información sobre las consecuencias del sexo sin protección en los programas que promueven la práctica sexual", declaró.
Responsabilidades para programadores, padres y médicos
A su juicio, estas conclusiones conllevan responsabilidades tanto para programadores, como para padres y profesionales de la salud.
En concreto, los programadores de televisión deberían asumir la necesidad de incluir descripciones más realistas del sexo en los guiones y reflejar consecuencias como el embarazo no deseado o las enfermedades de transmisión sexual. Por su lado, los padres deben limitar el acceso a esta programación a menos que puedan explicar las consecuencias a sus hijos. Los pediatras deberían igualmente preguntar a los adolescentes sobre el uso de los medios y asesorarles sobre la contracepción y las consecuencias de la práctica sexual.
El estudio se basó en una encuesta nacional sobre 2.000 adolescentes entre 12 y 17 años que fueron reclutados en 2001 y que fueron encuestados sobre sus hábitos de consumo de televisión y actividad sexual. Los participantes fueron estudiados de nuevo en 2004. Ese análisis final confirmó que 700 participantes se habían iniciado en la práctioca sexual, y hubo un tercero y posterior que se dedicó a la parte de éstos que ya había tenido una situación de embarazo. Esa información se combinó con los hábitos televisivos y se concluyó que existía un elevado consumo en estos jóvenes de un total de 23 programas muy populares entre adolescentes que incluían altos niveles de contenidos sexuales. Se trata de programas de todo tipo de géneros: dramas, comedias, 'realities' e incluso dibujos animados.
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